El castillo de Burgos

Voy a contaros la historia
de estas piedras milenarias
que ahora ya sólo son ruinas,
mas fueron torres gallardas,
testigos mudos que son
de muy cruentas batallas.

Era en la Alta Edad Media,
en tiempos ya muy lejanos,
cuando reinaban los godos,
ya después de los romanos.
De África llegaron moros
que su reino arrebataron,
vencieron en Guadalete
y toda España arrasaron.

Mas las montañas del Norte
no pudieron dominarlas,
don Pelayo, en Covadonga
los venció en una batalla.
Así comienza en Asturias
la reconquisrta de España.

Comenzado el siglo nueve,
nadie por aquí vivía
pues esta tierra que pisas
era una tierra baldía.
La gente se fue de aquí,
por si los moros volvían.

En las montañas del Norte
las gentes se refugiaron.
Todos ansiaban volver,
eran los foramontanos.

Los pueblos se hicieron ruinas,
se abandonaron los campos,
y así estuvieron un siglo,
ni con moros ni cristianos,
hasta que Alfonso Tercero
ordenara repoblarlos,
año de Nuestro Señor
ochocientos ochenta y cuatro.
Lo hizo el conde don Diego,
con campesinos, soldados.
Venían todos dispuestos,
traían bueyes y carros
con aperos de labranza,
con semillas y ganados,
bajaban de la montaña,
iban a labrar los campos
y a construir su ciudad
con un castillo en lo alto,
donde poder refugiarse
y resistir los asaltos,
por si los moros volvían,
que no pudieran matarlos.

Esta ciudad se levanta,
primero entorno al castillo,
con el esfuerzo de todos
crece después hasta el río.